domingo, 21 de julio de 2013

Ahora escribo estos ultimos versos que una truncada mano susurraron al viento, dejandome llevar por nubes donde el destino no tiene fin, que bonito es echar a volar...
Y es que su arrugado rostro vislumbra como fue en antaño, y es que su mirada perdida muestra el daño de una mujer. Le dicen que todo ha pasado que ya estás a su lado, pero sabe que simplemente son espejismos en un desierto de jirones de vapor... porque en las noches de noviembre sueña con una vida donde no estas, porque no hay dos arboles iguales y una vida dedicada a buscar algo que no existe, a contar las estrellas en vez de admirarlas, tan solo es una vida quemada en pequeños trocitos de papel... Por las noches las sombras le traen canciones que arropan su soledad y en el inmenso silencio de las risas de sus vecinos entiende que mirar el paso de los dias es enormemente vacio.
Cada alba cargado de valor decide quebrar su corazon una y mil veces por un solo dia en que sea su sonrisa la que detenga el tiempo durante una decima de seg, pero sabe que los pactos con el demonio dejaron de existir...
Cuando todo parece ya perdido, cuando esos ultimos alientos se escapan de su boca pidiendo escapar alla donde los sueños se mudaron para no despertar jamas, es entonces cuando vuelve a respirar, cuando miles de motas de lluvia empapan su faz arrastrando los recuerdos que desea olvidar, es entonces cuando apareces tu...

miércoles, 3 de julio de 2013

recuerdo

Tu sonrisa y nada más. Recuerdo que antes solo escribía para ti, dejandome los dedos y la vista. Ahora despues de todo, ya no me acuerdo de como era el sabor de una lengua geografica o eso que me hacías creer, pero es bonito echar la vista atrás de vez en cuando y acordarme de quién soy y quién ha pasado por aquí. Pasaron otras, ni mejores ni peores, simplemente diferentes a lo que estaba acostumbrado a ver, pero siempre me gustaron los retos enrevesados con algo de rareza. Ahora en la tranquilidad de mis atardeceres descanso la voz para conocer de verdad, como siempre he amado, conocer con las yemas de las manos, suavemente, bromeando con tu pelo, y enredandome con tus cosquillas, saboreando el olor que dejas al bailar...

Recuerdo que soy aquel que jugaba a atrapar tu sombra en los dias nublados, descubriendo cientos de rincones que ni sabías que existían por un cuerpo color nácar. Recuerdo algo que tenía olvidado. Paseabamos bajo soportales de Madrid y comenzó a llover una fina lluvía que algunos llaman calabobos, me dijiste que no habías besado a un chico bajo el agua, y yo que no había bailado bajo el mar, asi que lo hicimos. Moviéndonos en círculos sin separar nuestros labios, nos empapamos. Si cierro los ojos puedo oir la música...perdimos la razón...y es que todos los principios son finales que se ocultan disfrazados mientras elegimos cual cerramos y cual abrimos.

A veces es dificil escribir por escribir, pero por no perder la tierna costumbre de dejarme conocer un poco más por unos ojos que entremezclados con una eterna sonrisa (o eso creo) me animan un día más a dedicarle a esto no más de un rato.