jueves, 13 de marzo de 2014

por la orilla del mar

Y si corremos juntos por la orilla del mar, un mar limpio y con millones de conchas que reposan junto a la dulce sal que las acaricia y las corrientes submarinas de la mar las mecen hasta dejarlas en un plácido y profundo sueño. Prometo salpicar una y otra vez hasta ver tu espalda completamente húmeda, prometo a escondidas coger tierra mojada y guerrear contigo en lo profundo del gran azul, prometo jugar mas de mil veces a ser un tiburón que te mordisquea el culo. Y no habrá aire alrededor entre tu y yo, lo prometo. Una vez más soñé con los ojos abiertos y y vi como tus piernas cobraban vida y bailaban sin parar, de tus dedos florecían margaritas y tus sandalias poco a poco se desanudaban para poder sentir el frescor de una mirada limpia y sincera. Lo que tu pienses ya me da igual, solo verte bailar una vez más. Lo que no llego a entender es, ¿por qué al pestañear te vas? Maldita droga que me diste, ¿por qué me sonreíste?

domingo, 16 de febrero de 2014

entre muelles de una cama que chirría

Hundido entre muelles de una cama que chirría, disfrutando de una canción más, y por qué no volver a publicar (muy diferente de escribir). Mezclado entre sonrisas dibujadas por pequeños recuerdos del pasado, algunas que otras necedades que leo en el periódico y escucho en la radio me dejo soñar una vez más. Hoy mientras hacía meditación, o lo que creo que es meditar, ya que por el momento solo me concentro en mi respiración y voy dejando poco a poco la mente en blanco hasta sentir una pequeña paz que me cuesta encontrar en otros lugares. Cuando vas desprendiéndote de tus pertenencias y a la vez de las personas vas encontrando poco a poco en tu camino, un camino que en su momento leí en Siddharta, te das cuenta de lo que de verdad deseas es verte sonreír, ya seas tú, o la de más allá, o la que aún está mas lejos de aquí. Y por qué no sonreír con tu felicidad, sea conmigo o sea sin mi, me odies o te odie, te quiera o me quieras. Desear encontrarte en otro lugar y en otro tiempo es a veces un poco egoísta, porque es intentar guardar un poquito de ti en mí y lo siento, a veces no somos perfectos y nos dejamos guiar por nuestros sentimientos. 

Volviendo a Herman Hesse y la filosofía de Siddharta con el camino que cada uno seguimos para encontrar nuestro verdadero yo. Vuelvo sobre mis pasos a una tierra de lluvia y viento para reencontrarme con algo que añoraba pero que no está. Sentir de nuevo una manta fría de millones de gotas que apenas puedo ver y que empañan mis gafas mientras paseo es una sensación renacentista, me cautiva. Tras meses fuera (otra vez) me afianzo que no sé a donde pertenezco y si de verdad en algún momento pertenecí a algún sitio y eso a pesar de como suene, me reconforta. Me reconforta saber que hay miles de parajes que me esperan con los brazos abiertos. Déjate llevar conmigo o sin mi, pero déjate llevar por donde realmente quieras y vive con los ojos cerrados. 

martes, 6 de agosto de 2013

Navegando entre calles que un dia conquistaste con tu sonrisa, tu eterna sonrisa y nada más. No a mucho atrás me llamaste caballero y cuando tan solo era un inexperto en hacerte el amor a oscuras. Ahora sin la ayuda de tu liviana mano trepo montañas, surco rios, me zambuyo en lo profundo de las copas de los árboles, para así demostrarte lo que perdiste, lo que no recuperarás. Con mi fiel corcel aprendo a tomar de la cintura a doncellas, a mimarlas por todos los surcos de las futuras arrugas que un día amaré.
Acaricio lentamente tus pestañas mientras veo ese pequepño cosquilleo que recorre desde tu dedo bebé del pie hasta la punta de la nariz que beso lentamente. Surruro en tu oido partes de una canción que derretía gigantes, tu me sonries mientras tornas tu cuello hacia la izquierda dejándome entrever esa pequeña marca en tu oreja que siempre ocultas tras tu pelo. A veces a tu lado me recuerdas a ese niño que nunca abandone, que se ilusiona en cada segundo como si de un falso mariachi se tratase y temiese que va a ser descubierto en cualquier momento. Siento que deseas que te bese, que muerda lentamente tu labio inferior, pero no lo haré todavía y es que disfruto de esa sencación inconfundible en mi estómago bailando entre cientos de pequeños de esos animalitos que tu llamas amor.

domingo, 21 de julio de 2013

Ahora escribo estos ultimos versos que una truncada mano susurraron al viento, dejandome llevar por nubes donde el destino no tiene fin, que bonito es echar a volar...
Y es que su arrugado rostro vislumbra como fue en antaño, y es que su mirada perdida muestra el daño de una mujer. Le dicen que todo ha pasado que ya estás a su lado, pero sabe que simplemente son espejismos en un desierto de jirones de vapor... porque en las noches de noviembre sueña con una vida donde no estas, porque no hay dos arboles iguales y una vida dedicada a buscar algo que no existe, a contar las estrellas en vez de admirarlas, tan solo es una vida quemada en pequeños trocitos de papel... Por las noches las sombras le traen canciones que arropan su soledad y en el inmenso silencio de las risas de sus vecinos entiende que mirar el paso de los dias es enormemente vacio.
Cada alba cargado de valor decide quebrar su corazon una y mil veces por un solo dia en que sea su sonrisa la que detenga el tiempo durante una decima de seg, pero sabe que los pactos con el demonio dejaron de existir...
Cuando todo parece ya perdido, cuando esos ultimos alientos se escapan de su boca pidiendo escapar alla donde los sueños se mudaron para no despertar jamas, es entonces cuando vuelve a respirar, cuando miles de motas de lluvia empapan su faz arrastrando los recuerdos que desea olvidar, es entonces cuando apareces tu...

miércoles, 3 de julio de 2013

recuerdo

Tu sonrisa y nada más. Recuerdo que antes solo escribía para ti, dejandome los dedos y la vista. Ahora despues de todo, ya no me acuerdo de como era el sabor de una lengua geografica o eso que me hacías creer, pero es bonito echar la vista atrás de vez en cuando y acordarme de quién soy y quién ha pasado por aquí. Pasaron otras, ni mejores ni peores, simplemente diferentes a lo que estaba acostumbrado a ver, pero siempre me gustaron los retos enrevesados con algo de rareza. Ahora en la tranquilidad de mis atardeceres descanso la voz para conocer de verdad, como siempre he amado, conocer con las yemas de las manos, suavemente, bromeando con tu pelo, y enredandome con tus cosquillas, saboreando el olor que dejas al bailar...

Recuerdo que soy aquel que jugaba a atrapar tu sombra en los dias nublados, descubriendo cientos de rincones que ni sabías que existían por un cuerpo color nácar. Recuerdo algo que tenía olvidado. Paseabamos bajo soportales de Madrid y comenzó a llover una fina lluvía que algunos llaman calabobos, me dijiste que no habías besado a un chico bajo el agua, y yo que no había bailado bajo el mar, asi que lo hicimos. Moviéndonos en círculos sin separar nuestros labios, nos empapamos. Si cierro los ojos puedo oir la música...perdimos la razón...y es que todos los principios son finales que se ocultan disfrazados mientras elegimos cual cerramos y cual abrimos.

A veces es dificil escribir por escribir, pero por no perder la tierna costumbre de dejarme conocer un poco más por unos ojos que entremezclados con una eterna sonrisa (o eso creo) me animan un día más a dedicarle a esto no más de un rato.

lunes, 17 de junio de 2013

De vuelta de Dublín

Con los ojos impregnados de una bruma que tiñe mi nuevo mundo retorno al refugio que ahora alimenta mis dias. Embriagado por un sentimiento que no existe, que ha tornado a tranquilidad y paz para volver a dejar al feliz y sonriente que un día conocí. Rodeado de un color verde ocre siento que no pertenezco a ningun lugar y me parece hermoso sentirme que soy de todos. Aprender de los demás, de nuestros vecinos a quienes llámamos extraños, alimenta mis días. Jugando sin entender y sonriendo al comprenderte.
Hay quienes son capaces de dejar a otros sin respiración, hay quienes podrían acariciar tu cuerpo horas y tener la misma sensación pasados los años, otros solo desean verte sonreir, muy pocos aman en vez de ser amados, muchos besan con los ojos cerrados, hay quienes se desnudan antes de quitarse la ropa...yo invento cuentos, mi nueva afición, ante la atenta mirada de alguien que todavía no conozco, quizás algún día los comparto contigo. Es bonito seguir descubriendo a pesar de que pase el tiempo nuevas habilidades, pero aún lo es más compartirlo sin quererlo.
Retorno de otro día lluvioso tras un caluroso reencuentro que tras años parecía olvidado. Confiar en la amistad que perdura sin contacto porque a veces unos ojos como los tuyos no se borran fácilmente.

sábado, 8 de junio de 2013

Una mañana de domingo

Y comencé a escribir pronto, con la primera luz del día. Un poco más abajo el reflejo de unas gafas de sol llamaron mi atención. Y mientras levantaba la mirada de la libreta sacó su camel y encendió un cigarro. Sentada en una toalla cuyos colores mi vista no alcanzaba a ver, ella aspiraba el humo mientras perfeccionaba sus uñas pensando en por qué a veces la vida te hace sentir tan insignificante. Un par de estornudos de un anciano cuyo periodico se acercaba cada vez más a sus lentes. Corbado y solo, con sus pensamientos absortos en las tristes noticias del mundo.
Ahora tumbada en la toalla apuraba los tres o cuatro rayos de sol que se dejaban entrever por las nubes. El pelo largo y negro echo un ovillo en forma de almohada protegía un cuello que, alejados de ser realistas, parece suave. Cuando parece que el sol enmudece puedo ver que su toalla es azul puesto que recoge sus enseres y se va, quizaás por el mismo camino por el que vino. El viejo sigue ahí solo y ensimismado en sus pensamientos, y no parece darse cuenta de que ya solo quedamos el y yo.
Una mañana de domingo.