martes, 6 de agosto de 2013

Navegando entre calles que un dia conquistaste con tu sonrisa, tu eterna sonrisa y nada más. No a mucho atrás me llamaste caballero y cuando tan solo era un inexperto en hacerte el amor a oscuras. Ahora sin la ayuda de tu liviana mano trepo montañas, surco rios, me zambuyo en lo profundo de las copas de los árboles, para así demostrarte lo que perdiste, lo que no recuperarás. Con mi fiel corcel aprendo a tomar de la cintura a doncellas, a mimarlas por todos los surcos de las futuras arrugas que un día amaré.
Acaricio lentamente tus pestañas mientras veo ese pequepño cosquilleo que recorre desde tu dedo bebé del pie hasta la punta de la nariz que beso lentamente. Surruro en tu oido partes de una canción que derretía gigantes, tu me sonries mientras tornas tu cuello hacia la izquierda dejándome entrever esa pequeña marca en tu oreja que siempre ocultas tras tu pelo. A veces a tu lado me recuerdas a ese niño que nunca abandone, que se ilusiona en cada segundo como si de un falso mariachi se tratase y temiese que va a ser descubierto en cualquier momento. Siento que deseas que te bese, que muerda lentamente tu labio inferior, pero no lo haré todavía y es que disfruto de esa sencación inconfundible en mi estómago bailando entre cientos de pequeños de esos animalitos que tu llamas amor.

domingo, 21 de julio de 2013

Ahora escribo estos ultimos versos que una truncada mano susurraron al viento, dejandome llevar por nubes donde el destino no tiene fin, que bonito es echar a volar...
Y es que su arrugado rostro vislumbra como fue en antaño, y es que su mirada perdida muestra el daño de una mujer. Le dicen que todo ha pasado que ya estás a su lado, pero sabe que simplemente son espejismos en un desierto de jirones de vapor... porque en las noches de noviembre sueña con una vida donde no estas, porque no hay dos arboles iguales y una vida dedicada a buscar algo que no existe, a contar las estrellas en vez de admirarlas, tan solo es una vida quemada en pequeños trocitos de papel... Por las noches las sombras le traen canciones que arropan su soledad y en el inmenso silencio de las risas de sus vecinos entiende que mirar el paso de los dias es enormemente vacio.
Cada alba cargado de valor decide quebrar su corazon una y mil veces por un solo dia en que sea su sonrisa la que detenga el tiempo durante una decima de seg, pero sabe que los pactos con el demonio dejaron de existir...
Cuando todo parece ya perdido, cuando esos ultimos alientos se escapan de su boca pidiendo escapar alla donde los sueños se mudaron para no despertar jamas, es entonces cuando vuelve a respirar, cuando miles de motas de lluvia empapan su faz arrastrando los recuerdos que desea olvidar, es entonces cuando apareces tu...

miércoles, 3 de julio de 2013

recuerdo

Tu sonrisa y nada más. Recuerdo que antes solo escribía para ti, dejandome los dedos y la vista. Ahora despues de todo, ya no me acuerdo de como era el sabor de una lengua geografica o eso que me hacías creer, pero es bonito echar la vista atrás de vez en cuando y acordarme de quién soy y quién ha pasado por aquí. Pasaron otras, ni mejores ni peores, simplemente diferentes a lo que estaba acostumbrado a ver, pero siempre me gustaron los retos enrevesados con algo de rareza. Ahora en la tranquilidad de mis atardeceres descanso la voz para conocer de verdad, como siempre he amado, conocer con las yemas de las manos, suavemente, bromeando con tu pelo, y enredandome con tus cosquillas, saboreando el olor que dejas al bailar...

Recuerdo que soy aquel que jugaba a atrapar tu sombra en los dias nublados, descubriendo cientos de rincones que ni sabías que existían por un cuerpo color nácar. Recuerdo algo que tenía olvidado. Paseabamos bajo soportales de Madrid y comenzó a llover una fina lluvía que algunos llaman calabobos, me dijiste que no habías besado a un chico bajo el agua, y yo que no había bailado bajo el mar, asi que lo hicimos. Moviéndonos en círculos sin separar nuestros labios, nos empapamos. Si cierro los ojos puedo oir la música...perdimos la razón...y es que todos los principios son finales que se ocultan disfrazados mientras elegimos cual cerramos y cual abrimos.

A veces es dificil escribir por escribir, pero por no perder la tierna costumbre de dejarme conocer un poco más por unos ojos que entremezclados con una eterna sonrisa (o eso creo) me animan un día más a dedicarle a esto no más de un rato.

lunes, 17 de junio de 2013

De vuelta de Dublín

Con los ojos impregnados de una bruma que tiñe mi nuevo mundo retorno al refugio que ahora alimenta mis dias. Embriagado por un sentimiento que no existe, que ha tornado a tranquilidad y paz para volver a dejar al feliz y sonriente que un día conocí. Rodeado de un color verde ocre siento que no pertenezco a ningun lugar y me parece hermoso sentirme que soy de todos. Aprender de los demás, de nuestros vecinos a quienes llámamos extraños, alimenta mis días. Jugando sin entender y sonriendo al comprenderte.
Hay quienes son capaces de dejar a otros sin respiración, hay quienes podrían acariciar tu cuerpo horas y tener la misma sensación pasados los años, otros solo desean verte sonreir, muy pocos aman en vez de ser amados, muchos besan con los ojos cerrados, hay quienes se desnudan antes de quitarse la ropa...yo invento cuentos, mi nueva afición, ante la atenta mirada de alguien que todavía no conozco, quizás algún día los comparto contigo. Es bonito seguir descubriendo a pesar de que pase el tiempo nuevas habilidades, pero aún lo es más compartirlo sin quererlo.
Retorno de otro día lluvioso tras un caluroso reencuentro que tras años parecía olvidado. Confiar en la amistad que perdura sin contacto porque a veces unos ojos como los tuyos no se borran fácilmente.

sábado, 8 de junio de 2013

Una mañana de domingo

Y comencé a escribir pronto, con la primera luz del día. Un poco más abajo el reflejo de unas gafas de sol llamaron mi atención. Y mientras levantaba la mirada de la libreta sacó su camel y encendió un cigarro. Sentada en una toalla cuyos colores mi vista no alcanzaba a ver, ella aspiraba el humo mientras perfeccionaba sus uñas pensando en por qué a veces la vida te hace sentir tan insignificante. Un par de estornudos de un anciano cuyo periodico se acercaba cada vez más a sus lentes. Corbado y solo, con sus pensamientos absortos en las tristes noticias del mundo.
Ahora tumbada en la toalla apuraba los tres o cuatro rayos de sol que se dejaban entrever por las nubes. El pelo largo y negro echo un ovillo en forma de almohada protegía un cuello que, alejados de ser realistas, parece suave. Cuando parece que el sol enmudece puedo ver que su toalla es azul puesto que recoge sus enseres y se va, quizaás por el mismo camino por el que vino. El viejo sigue ahí solo y ensimismado en sus pensamientos, y no parece darse cuenta de que ya solo quedamos el y yo.
Una mañana de domingo.

domingo, 2 de junio de 2013

recuerdos de portugal

Es curioso la cantidad de paralelismos que encuentro con Portugal. Aquí en Cork, como en Covilha, emprendo una aventura unos dias antes para situarme, para adaptarme a estos nuevos cambios en mi mente, en mi futuro. Mochila en mano inspecciono los rincones que las luces del dia me dejan mientras voy ordenando mis pensamientos, ahora en un inglés primitivo. Mi pequeño refugio que me resguarda del frio nocturno se encuentra en la cima de la ciudad que tras una cuesta mortal puedo admirar todas las vistas que me propone la ciudad. El cielo oculto por una capa de nubes que templan el clima. Es bello comtemplar todo esto con un poco de soledad que me ayuda más a estar conmigo mismo. Ante el aluvión de peticiones por saber como son mis dias voy a intentar dibujarlos en tu mente como de un ciego fueras.

Amanezco temprano y tras un fuerte desayuno cargado de energias positivas emprendo mi pequeño viaje por la ciudad. Con la brisa de la mañana y sentado en un parque lleno de perros y al sonido de un puñado de cuervos disfruto un cigarro, puede que haya encontrado un sitio para mi, mi sitio. Casas bajas coloreadas de mil tonalidades y amontonadas en las pendientes protegen a una iglesia con su campanario que nunca deja de sonar. Techos color pizarra forman un manto casi negro que baña mi vista mezclados por el verde magestuoso de los arboles. Apuro la ultima calada pues el camino es largo. Y sin plano ni orientación me pierdo en esta pequeña ciudad por si en algun momento me deja descubrir algunos de sus secretos. Al regresar a casa comparto conversaciones profundas con una mujer que se mueve a la velocidad de Flash. Converso a ratos con mi gente en lo que se convierten en un cúmulo de chorradas innecesarias mientras dibujan sonrisas en mi rostro. Y cuando cierro los ojos vuelves a aparecer tu, tu y tu tierno rostro que poco a poco se va difuminando en mis pensamientos, pues palabras impronunciables e inconexas me traen recuerdos de un azul intenso portugués.

lunes, 6 de mayo de 2013

¿y tu me lo preguntas?

Jugando a ser un personaje infinito en un mundo lleno de unos y ceros, en el que el único valor de las cosas se mide por el precio, y como no, otra vez los estúpidos mercados que rigen la verdadera razón de ser... ¿seguro? podemos hablar de política, de hacia dónde va esta sociedad, de cómo nos afecta jugar a ser mayores en un mundo de niños, podemos hablar de temas serios, debatir sobre el Banco Central Europeo y nuestra prima de riesgo (ahora que todo somos unos entendidos), entremezclar nuestras palabras en una discusión de cómo el PSOE y el PP cada vez son más uno y dejan de ser dos. Llegar a altas horas de la noche hablando sobre lo público contra lo privado y si de verdad es necesario tanto debate...

A mi en cambio me gusta más reir, hablar de ti, de mi, de cómo cambiamos juntos, de tu mirada y tu sonrisa, de el color azul, de tu mundo, del mio, prefiero bromear sobre tu día y soñar que un día dentro de mucho jugamos a ser niños y dejamos de ser adultos (o eso que pensábamos que éramos pero que al final era mentira), me gusta más cuando eres más tu y menos yo. Porque al fin y al cabo lo importante es lo menos importante. Y lo que queda somos nosotros, es este momento, y es bonito disfrutar ¿de qué? me preguntas, y yo solo recuerdo a Becquer diciendo: "¿ y tu me lo preguntas?".

sábado, 13 de abril de 2013

Ser tu confidente anclado en un momento en el que tengo que dejar de sentir, falsear en mi mente que éramos dos mitades, dos lenguas de fuego que al juntarse forman una sola llama, dos náufragos sin rumbo pero remando juntos hacia una isla que perdida en la inmensidad creí ver una isla, que no existe, que se ha perdido. Y ahora, desde la lejanía de tus palabras hechas castillos de arena huecos me doy cuenta de que no estás, que te has ido, que te has perdido en el camino. Un camino que no supimos recorrer juntos, que dejamos que las piedras entorpecieran nuestro paso, que ese gustito grande se esfumase por la escotilla de un barco a la deriva. Pero no importa pegui, no importa; no importa que cope mi tiempo con nubes que nieblan mi mente porque cada noche al acostarme estás ahí, inamovible. Y revivo momentos, y creo otros tantos nuevos llenos de experiencias que no existirán. Y justo en el breve espacio en el que no estás te echo en falta. Otras tantas sonrio, porque me siento gato, un gato azul que descubre que no va a volver a casa y presiento que tu estás en esa estrella y nunca se olvida que un día algo de ti fue mia.

Y es que esta es la historia de un ... domingo ... de no importa que més, y de un hombre sentado, de dulce mirada intentando descubrir que es lo que esconden tus ojos. Se rellena el vaso una y otra vez, con unas manos que ya apestan a tabaco húmedo y se agarra a su tabla de náufrago mientras resuena su eterna canción...na na nara naaaa....Una y otra vez tocan esa canción en su mente, hace que se sienta bien, y aunque sea triste esa melodía su sabor le recuerda a la miel, pues la derrota ya se fue. Al fondo del bar su rostro  que está reflejado en un espejo le devuelve más joven la piel, y sonriendo recuerdos de su niñez inundan su día...pero siempre hay borrachos que le sacan de ese paraiso y le recuerdan quien fue, quien es, el más joven amante rendido por una mujer. Ella siempre quiso echar raices cortando las alas de ambos, y en la jaula que ahora adorna con recuerdos para sonreir no se da cuenta de que la vida se le va. Exhalando una calada más no lamenta los pasos erróneos, y nunca deseó su mal, pero a ratos con furia golpea la mesa, y hasta dicen que hay algunos que le han visto llorar. Otra vez tu... na na nara naaaa... Hay un hombre solitario aferrado a sus recuerdos, una voz cercana le dice..."pareces cansado"...pero si aún no ha salido ni el sol... na na nara naaaa...

domingo, 7 de abril de 2013

Una voz dulce y suave acompaña mi tarde encendida, y perdido entre la cantidad de inputs que me llegan necesito parar, repirar, sentirme un poco más y luego quizás continuar. ¿Soñamos?

Aunque amanece de una manera que ciega mis ojos, poco a poco el gris de tu mirada me alerta que quizás llueva. Un gris que ahora solo veo en fotos corrohidas por el tiempo y la distancia. Decido pasear, airear mi mente con el humo de un cigarro. La primera calada me sabe a poco e intento aspirar con más fuerza, pero nada, el tabaco de liar a veces me desespera. Empiezo a sentir que la nicotina me recorre y me deja calmado, esta sensación no debe ser buena. Y como otro día más cierro los ojos y con ese fresquito que me golpea la cara paseo sin saber a dónde, con la compañía del ruido de la ciudad. Es hora de regalarse un momento, pienso, uno de esos momentos que son solo tuyos, que tienes que aprender a disfrutar. Y me siento en un banco a la atenta mirada de los perros que pasean con dueños absortos de su alrededor. Me lio otro cigarro y abro un libro por la mitad, y leo las dos páginas escogidas al azar. Y ahora a imaginar, quién es este personaje y porque está investigando un crimen, la chica con la que habla es su mujer, su novia, su compañera, será la asesina? Me pierdo en los pensamientos que mi mente deja volar... Es hora de volver a casa, de regresar a esas ideas que aturullan mis días, ¿dondé estaré mañana? Por el momento voy a abandonarme al sueño...

miércoles, 6 de marzo de 2013

¿como te sientes?

"Ahora detente un momento, y mirate, ¿cómo te sientes? Deja que esa sensación que has creado te acompañe el resto de la semana, sé feliz, que tengas un día maravilloso."

Estas son las palabras que el profesor de yoga repite una y otra vez al finalizar la clase, y es que conocerse a uno mismo no cuesta tanto, tan solo detenerse un momento, mirar hacia adentro y preguntarte ¿qué tal estás, qué te preocupa? eso que a veces anelas que alguien quiera saber lo tienes tú. Y no hay más amor más grande que el que uno pueda sentir por uno mismo. Eres el protagonista de tu vida, el protagonista del Show de Truman en un mundo mucho más grande. No intentes combatir contra los malos pensamientos, simplemente dejalos pasar, con los ojos cerrados siente como se difuminan poco a poco, pues un problema deja de ser problema cuando no tiene solución, y si tiene solución tampoco ya es un problema para ti.

Cada día regalate un detalle, cuidate, un café por la mañana tranquilo, una carantoña a un niño, un paseo, un baño...no hacen falta grandes detalles para sentirse agusto, sentirse querido por cada uno. Si esta vida es un mero camino, por lo menos quitemos las piedras del camino y hagamos que sea más cómo caminar.

"Ahora detente un momento, y mirate, ¿cómo te sientes? Deja que esa sensación que has creado te acompañe el resto de la semana, sé feliz, que tengas un día maravilloso." 

lunes, 4 de marzo de 2013

¿solo mio?

Parpadeo unos segundo hasta que la luz del sol deja de cergarme hasta que mis ojos encogidos consiguen dibujar los contornos de las copas de los arboles de mi alrededor. Intento dormir un poco más y los cierro pero la luz del sol ya no me deja más. Al momentos que los abro aparezco en mi cama tumbado de lado mientras todavía atónito sin distinguir siluetas siento como unos calidos dedos deslizan por mi pelo acabando en mis orejas. La tranquilidad que me transmite consigue que cierre nuevamente los ojos pues quiero sentir sin ver, quiero que sea mi piel quien me dibuje el cuerpo que pertenecen esas dulces manos... Y soñando que soñaba veo un pelo alborotado con tonos caovas que cuando los rayos del sol los alumbran brillan tanto que su destello conseguiría hacer sonreir a miles de bebés que lloran sin cesar. Veo tambien unos ojos llenos de ternura admirando mi cuerpo, desnudando mi piel, admirando mi interior y saborando cada rinconcito de mi alma. Unos labios carnosos deseantes de ser acariciados pues la sonrisa que los oculta es tan bella como la mismisima diosa Afrodita.

No me resisto más y poco a poco como si quisiera admirar la pequeña muñeca de porcelana que tengo ante mis ojos, los abro lentamente y allí estás tu deslumbrante, radiante, desnuda, acurrucada a mi lado. Admiro un momento más tu dulce cuerpo, noto que me mareo, me siento en el paraiso. Tus pechos me dicen que tienes frio pero yo no paro de sudar, ¿estaré enfermo? Escucho una dulce melodia, ahora eschuco dos pero como si se fundieran poco a poco en una, retumba por toda la habitación, son nuestros corazones que cambian sus habituales pum pum, por trompetas, pianos, saxofones y yo que sé más, no puedo apartar la vista de tu, tu...de ti, no puedo ver más que tu cuerpo, en mi mente la cama desaparece y acabamos flotando en el cielo. Me besas, y una explosión de escalofríos inundan mi cuerpo, parece que vuelvo a nacer con una fuerte aspiración. Te estrecho contra mi pecho, o obedeciendo a lo que dicen mis labios empiezo a besarte. Mi lengua no se contenta con deslizarse por tus labios y desciende para acurrucar a esos pechos, que pensé que pasaban frio y ahora siento lo contrario. Jugando con mis labios comprendo la sensibilidad de cada uno de los rincones de tu piel, asique paro para admirarte mejor y acariciar con las yemas de los dedos sentiendo esa delicadeza.

Sigo deslizandome por tu cuerpo hasta encontrar sabores nuevos sorprendiéndome, pues siento que tu también los saboreas ya que tu respiración poco a poco aumenta. Tus manos firmes me empujan hacia tus adentros dandome a entender más cosas de las que puedo llegar a comprender. Disfrutando cada vez más de esos nuevos sabores noto un arrebato que me agarra y me tumba bocarriba, súbitamente el calor de mi cuerpo aumenta, estoy dentro de ti, nuestras respiraciones se entremezclan formando una sola, hasta que ambas se ahogan conteniendose unos segundos...te beso, me besas, me abrazas, te abrazo, te quiero, me quieres. Abrazados conciliamos un dulce sueño arropados por las nubes del cielo azul, pero justo antes de dormir entrelazamos una mirada que sin decir nada, hemos comprendido más cosas que en toda nuestra vida.

Esbozo una enorme sorisa, abro los ojos y tiendo mis brazos para poder abrazarte, me doy cuenta de que ya no estás allí y no has has estado, comprendo que todo fue un sueño, mi sueño...¿solo mio?